Quiero conocer el secreto. Desde que conocí lo que las siglas escondían, quise saberlo. Porque hacer algo durante más de 40 años y seguir provocando esa sensación es algo mágico. Me acuerdo de la primera vez que vi una pieza. Un blanco nuclear que observé durante los minutos suficientes como para decir que llegué a analizarla. A día de hoy sigue siendo un misterio que, tras la sencillez, se enconda el secreto del señor Richard.
El señor Calvin Richard Klein fundó con un préstamo de diez mil dólares lo que, en apenas cuatro años, se convertiría en el imperio del minimalismo. Desde 1968 la firma americana ha pasado por diferentes manos pero manteniendo al margen sus casi intocables claves de éxito.
Para la colección Resort 2013, la naturaleza se instala en la paleta de tonalidades a través de los tierra y algún que otro tímido estampado. Patrones arquitectónicos y rectos dan lugar a siluetas femeninas elegantes. Vestidos que, en ocasiones, cuentan con materiales esenciales, como la seda en mangas, que generan esa visión vaporosa y romántica matizada por lo sencillo. El color neutro se instala también en los elevados peeptoes que acompañan todos los modelos.
No es fácil, pero parece ser que a Calvin Klein solamente le hace falta alzar un dedo para hacernos disfrutar del eterno secreto como si fuese la primera vez.
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