Domenico Dolce y Stefano Gabbana presentaron el desfile de otoño-invierno 2016/17 en la plaza frente a la iglesia de San Gregorio Armeno, en el corazón de Nápoles. La ciudad ha servido en esta ocasión de inspiración al dúo de diseñadores italiano, antes habían sido: Capri, Portofino y Sicilia.
Siempre con Italia en el corazón y con Sofía Loren en el pensamiento –la belleza de la actriz italiana inspira a Dolce y Gabbana recurrentemente en sus diseños- ; muchos de los modelos parecen hechos para ser llevados por la Sofía de juventud, la esencia de la donna italiana. La veterana actriz tampoco se perdió el desfile.
En esta ocasión el desfile fue un espectacular despliegue de modelos en los que la religión, la historia y la actualidad italiana estaban muy presentes. Se lucieron Imponentes brocados y coronas doradas dignas de una imagen religiosa. Poblaron el desfile trajes regios con bordados sobre brocados, con corpiños y voluminosas faldas que podrían vestir a las cortesanas de palacio. También un guiño a lo más actual: trajes de donna italiana que marcaban las curvas y estilizaban la silueta, llenos de volantes y un aire un tanto aflamencado y conjuntos de pantalones capri con blusas que dejan los hombros al descubierto.
Italia is in the air, Italia sigue en el corazón de Dolce&Gabbana.
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