Elegante, rompedor, desenfadado, distinguido y detallista. Es el hombre del 38 (*), el caballero del s.XXI que no duda al escoger, que mezcla, que se atreve, que no teme al color, que reinventa la elegancia clásica con combinaciones sorprendentes hasta ahora casi imposibles. En definitiva, el hombre Cremieux.
Nacida en Saint Tropez en 1976, Cremieux conserva todo el glamour de la Riviera francesa que, sumado a la impronta casual y desenfadada propia de la estética universitaria de la Costa Este norteamericana, otorga a la firma un estilo único, personalísimo, logrando diferenciarla del resto de las marcas líderes del preppy.
El secreto está en los detalles, en la calidad, en la cuidadosa elección de los materiales, los colores, los acabados y en ese particular toque vintage tan cercano a los 60 pero tan rabiosamente actual. Y es que contemplando las imágenes de la nueva campaña otoño-invierno 2013 de Cremieux es fácil trasladarse a la época dorada del cine francés y evocar a un Belmondo de lo más canalla haciendo rugir el motor de un Healey descapotable por las calles de Niza.
Tartán, tweed, blazers y chaquetas de inspiración marinera, pantalones chinos, polos de rugby, tenis o golf, cárdigans de punto grueso… todo ello bajo un espectro de color imponente sin llegar al exceso marcan la pauta de esta nueva colección que sigue fielmente el estilo tradicional de la marca. ¿Las líneas? Como siempre: entalladas. El Slim fit sigue siendo el rey. Accesorios llamativos y zapatos Oxford en tonos claros. Y fin. A disfrutar de la elegancia.
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(*) El número 38 que aparece en el escudo logo de Cremieux hace referencia al año de nacimiento de su fundador, Daniel Cremieux. Hoy, es su hijo Stéphane –presidente y director creativo de la firma- quien desde Nueva York continua defendiendo los valores de su padre.
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