Uno de los desfiles de Alta Costura más esperado en París es el de Giambattista Valli. El diseñador italiano ha llenado la pasarela de verdaderas obras de arte: vestidos en tonos pastel, en negro, en rojo y en mucho, mucho blanco.
Una colección que desearán muchas celebridades y que llenará las alfombras rojas de los eventos más destacados. Una colección que combina los minivestidos con mangas abullonadas, las blusas con los hombros al descubierto, los vestidos de gasa en rojo y los modelos con cuellos altos con cierto aire victoriano; pero hay algo común a todos ellos: su delicada confección y su deliciosa caída.
Y en este desfile los diseños estrella son los vestidos confeccionados con miles de capas de tul que les dotan de volúmenes exagerados; una perfecta obra arquitectónica de impecable costura. Una vuelta a las princesas de cuento de hadas, la exclusiva delicadeza a la que Giambattista Valli nos tiene acostumbrados.
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