El director creativo de Moschino, Jeremy Scott, ha presentado el último desfile de la firma. Una campaña llena de diseño y color, con una estética muy pop y unos diseños muy creativos que siguen siendo muy identificables con la imagen de maison italiana.
Las protagonistas principales de la campaña son Gigi Hadid y Kaia Gerber, digna sucesora de su madre, Cindy Crawford. Ambas modelos son retratadas junto con otras tops como Vittoria Ceretti y Soo Joo Park. Todas las tops son vistas a través de la lente de Steven Meisel, que las retrata en posturas afectadas y estáticas.
Las modelos lucen diseños de trajes de chaqueta y falda, en tonos azul y rosa pastel y en vibrantes amarillos y verdes, una estética muy años 60. Unos diseños que bien podría haber llevado Jackie Kennedy en una recepción oficial o bajándose del Air Force One, de la mano del presidente americano. Cubren sus cabezas con redondos casquetes sobre medias melenas cardadas y complementan sus looks con bolsos de correa corta al hombro.
La colección lleva por nombre Alienn Nation y por ello, las modelos como viajeras de la nave Star Trek, llevan pintada la cara, los brazos y todo el cuerpo que queda al aire, en llamativos tonos: azul, verde, amarillo, rojo y naranja. Esta campaña de Moschino de Jeremy Scott, tiene una clara intencionalidad reivindicativa; apoyar a los que tienen distinto color de piel y distintas procedencias en el momento más hostil de la política de Trump frente a la migración.
Moschino demuestra que la moda, el color y el diseño pueden estar al servicio de las causas solidarias.
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