La niña creció, cambió las tardes de acampadas por las reuniones de trabajo y los bocadillos de chocolate por ensaladas demasiado light. Pero siempre que regresaba a aquella casa y entraba en su antigua habitación recordaba las historias de los otoños pasados, los vestidos de puntillas exquisitas, las blusas de flores y lazadas infinitas, las limonadas recién hechas y los mercadillos artesanales de los sábados. Aquellos recuerdos de infancia regresan a nuestras cabezas de la mano de la firma OhSoleil, que presenta para esta temporada una colección repleta de guiños, en la que hay lugar para todo tipo de aventuras.
Los vestidos túnica se combinan con pecheras bordadas y cuellos bebé, los cortes de talle bajo de inspiración francesa se alternan con pantalones estilo pijama realizados en terciopelo y shorts de aire folk a juego con blusas oversize. Un outfit para cada día, una forma de entender la moda que no atiende a edades concretas, perfecta para esas pequeñas mujercitas que aspiran a vivir algún día las historias que protagonizaban sus valientes protagonistas. Niñas que visten sin reparos faldas de tul con jerséis de punto, ponchos de pelo y camisetas de lentejuelas, porque si algo hace de la infancia y adolescencia un regalo es precisamente la facilidad de hacer de cada día una hazaña.
OhSoleil dibuja un invierno pintado de lilas y verdes menta, de tonos camel, fresas y azules; tiñendo así de vida una estación que los pequeños guerreros complementan con gorros de lana, bufandas extra large y broches de crochet. Pura fantasía, puro tango en miniatura. Comenzamos nuestra aventura de otoño.
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