Sentíamos todavía el invierno en la piel cuando Baby Dior presentaba sus propuestas de primavera llevándonos hacia el tiempo de luz y calidez; y ahora que tocamos primavera, la icónica firma francesa nos transporta a unos grados más de vida y calidez al contarnos como ha pensado vestir el verano; a la vista de su campaña estival, no nos resistimos a comenzar diciendo... Érase una vez...
Érase una vez un mundo luminoso vivo y floral en el que los detalles parecen resultado de la magia más que de la humanidad de unas manos; en este mundo de sueños y apuntes, las niñas se tocan con pamelas rosas mientras los niños visten de colores, las flores son el fondo y ambiente de una campaña que parece tan de primavera como la de esa estación, ambientada en una piscina, parecía de verano.
Se trata de una campaña que es fiel reflejo del concepto de belleza más Dior: luz, color, armonía y el intenso aroma de las flores que parece tomar cada uno de los rincones de la maison; las niñas lucen vestidos y simpatía, los niños colores y encanto y todos juntos recrean una estampa floral de belleza y tiempo, del tiempo de verano, de las ganas de sueños, colores y jardines.
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