Vienen de un país que no está en los mapas, de esos a los que pocos consiguen llegar, un lugar sin fronteras, murallas ni caminos escritos. Ellas le llaman el País de los Monstruos, como aquel cuento infantil de Maurice Sendak. Dicen que allí habitan princesas perdidas, hadas con armaduras rosas, brujas blancas y seres extraordinarios, como gatos parlanchines y flores gigantes con forma de piruleta.
Ellas se lo han contado a Albert y él lo ha dibujado -sin perder detalle, tal cual ellas lo explicaban-, reviviendo ese mundo de fantasía y canciones bonitas que la casa Lanvin ha transformado en su próxima colección Petite otoño-invierno, pensada para esas pequeñas damas con corona, rebeldes y heroicas llegadas del PaísDondeVivenLosSueños. Animal prints, lazos, volantes, colores vibrantes y vestidos, muchos vestidos.
Una vuelta a los orígenes –los mejores-, en los que Jeanne Lanvin creaba para su pequeña Marie-Blanche todo un universo de fantasía a golpe de aguja y dedal. Hoy su director creativo Albert Elbaz recupera la esencia de la casa y nos invita a sumergirnos con ellas en su universo alternativo.
“Y cuando llegó al lugar donde viven los monstruos, ellos rugieron sus rugidos terribles y crujieron sus dientes terribles y movieron sus ojos terribles y mostraron sus garras terribles. Hasta que Max les dijo «¡QUIETOS!» y los amansó con el truco mágico de mirar fijamente a los ojos amarillos de todos ellos sin pestañear una sola vez, y se asustaron y dijeron que era el más monstruo de todos y le hicieron rey de todos los monstruos.” >>Where the wild things are<<
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