El verano está, ya sí, a la vuelta de la esquina y si alguien necesita renovar su fondo de armario esos son, sin duda, lo más pequeños porque ellos son, también sin duda, los que más cambian y más crecen, porque las prendas de la temporada pasada no dan más que para un par de puestas de urgencia y toca hacerse con un nuevo vestuario: prendas funcionales y de uso diario, otras que vistan un poco más y alguna de gala y fiesta porque ¿quién no tiene una boda, una comunión un bautizo o una cena para celebrar vaya usted a saber qué? Y una vez tenemos esto claro, nos vamos a Pili Carrera.
La firma gallega ha sabido evolucionar y reinventarse cuidando su esencia artesana como pocas, de aquellas prendas clásicas que vestíamos quienes nos decimos hoy que los 40 son los nuevos 30 para evitar el vértigo que produce cruzar el ecuador de la vida, queda poco más que el recuerdo en algunas piezas vintage, Pili Carrera ha sabido evolucionar hasta crear colecciones contemporáneas que tiene a la belleza por cómplice e hilo conductor.
Las niñas y los niños de Pili Carrera están de dulce y lo están tanto por la paleta de color como por la fluidez de los vestidos y el punto atrevido de los prints de los chicos; la elegancia se camufla en prendas funcionales y se acaba toda discusión acerca de si esto no me lo pongo o te lo pones porque lo digo yo... la única duda que permanece es si van más felices los niños vestidos de Pili Carrera o los padres que los miran convencidos de haber encontrado el look que buscan para sus hijos.
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