Estos diseños son de Rosalita Mc Gee, firma que lleva nueve años en el mercado brindando sus vestidos, faldas y chaquetas cargados de inocencia y de frescura. En su empeño por transmitir optimismo y alegría dibujan siluetas aniñadas en prendas que mezclan colores y texturas. En esta colección, como novedad, incluyen la viscosa y la lana.
Parece que los diseñadores se han propuesto plantarle al mal tiempo buena cara y no dejan de llegarnos colecciones que como éstas derrochan color por todos sus costados. Colorterapia en estado puro: sobrellevar el otoño y las penurias que se anuncian será más fácil arropados por una trenca verde hierba o un chaquetón rojo ladrillo.
Si son lisos, apostar por unos tonos u otros es facilísimo: todas sabemos qué nos favorece más. Harina de otro costal son los estampados. Por mucho sentido estético que te parezca tener combinar estas piezas sin que rechinen se nos antoja una auténtica proeza. Y aunque en las pasarelas hemos visto el escocés con los rombos y las flores todo junto, la calle es otra cosa…. Las dudas son: ¿pegan las mariposas con los cuadros? ¿Y los topos con el print animal? ¿Es verdad, como me dice la dependienta, que un bolso de inspiración étnica va con todo? Y lo que es más: ¿hacen más gorda los dibujos geométricas? O ¿estilizan las rayas?
En esto, como en todo, se trata de actuar con sentido común. Cómprate prendas que te parezcan ponibles, fáciles de llevar y de combinar. Procura formar conjuntos y guardarlos juntos en el armario, de ese modo, evitarás cometer un error si te vistes con prisas (o a oscuras…). Y no te vuelvas loca: no te dejes seducir por unos colores llamativos y unos dibujos vistosos: piensa antes de comprarlos si de verdad te los va a poner.
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