Tras la tempestad siempre llega la calma y, aun tras la peor de las tormentas, volverá salir el sol; del mismo modo, tras un largo y frío invierno amanece siempre una deliciosa y cálida primavera, esa a la que adoramos casi hasta la idolatría porque, aunque también altere la sangre, lo que hace temporada tras temporada es dar calor a nuestro corazón.
Baby Dior nos ha mostrado ya todas sus propuestas de otoño e invierno, todos los detalles y todas las prendas que los niños necesitarán en los próximos meses y, para dar calidez al invierno, ha presentado ya la campaña en la que desvela sus propuestas para la primavera de 2016.
Hablar de primavera es hacerlo de naturaleza y naturalidad, esta última viene de serie en la colección de Baby Dior y la primera... la primera la pone Versalles porque la icónica firma francesa se ha trasladado, con sus niños, a los jardines de Versalles y en ese ambiente bello y natural, representando además la galería de los Espejos sacándolos al jardín, ha desvelado los bellos vestidos de primavera para las niñas junto a todo un fondo de armario funcional y al tiempo fuera de lo común, para los niños.
El blanco toma el protagonismo que le concede un jardín de primavera y se adueña de los vestidos de las niñas junto a estampados florales suaves y bellos, pero el sol pide más brillo y más color y por eso descubrimos vestidos de un azul intenso o un no menos marcado fucsia y matices amarillos en las prendas de los niños. La sencillez en las formas y lo depurado de sus líneas son características esenciales de Dior que, cuando viste a los niños, nunca olvida la importancia de la funcionalidad en sus prendas.
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