Nos seduce Brasil. Siempre. En su verano que es nuestro invierno y a la inversa. Su calor y su playa, su selva, su bossa nova y su baile; su carnaval y su Río, su Corcovado e Iguazú; nos arrastra María Bethania y con ella Caetano Veloso, Salvador de Bahía y Carlinhos Brown, la samba y, si me apuran, hasta la canarinha...
Y sí, nos seduce también su moda. Incluso en invierno.
Porque su invierno es nuestro verano y así como nosotros ocultamos todavía la piel bajo el tejido y soñamos con el sol y su calor, en Brasil acarician ya un invierno que resulta tan seductor como ellos mismos o, al menos, así lo viste Alphorria, en un absoluto alarde de sensualidad en su campaña y sus propuestas.
Oro, morado y negro, palabras de honor y transparencias, la elegancia de los vestidos que llegan al suelo y la de los escotes tentadoramente infinitos; así son las noches de invierno en Brasil y en Alphorria y así queremos sentirlas nosotros en verano, luminosas, deslumbrantes, seductoras, elegantes y atrevidas.
Que venga el invierno cuando quiera si viene vestido por Alphorria, que aquí lo esperamos bien dispuestos a lucir una colección de elegancia, fiesta y noche de belleza manifiesta.
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