Si hablamos de moda de firma americana -aunque profundamente cosmopolita y global en sus diseños- tenemos que hablar de Tory Burch, quien lleva sorprendiendo y encantando por igual, colección tras colección, desde su fundación en 2004; que no, no suena tan abrumador como cuando hablamos de los inicios de las grandes firmas europeas, porque las historias seculares son cosa del viejo continente más que del nuevo, el buen gusto, el estilo y la belleza... lo comparten.
Basta acercarse a las propuestas de Tory Burch para ir apagando el verano y encendiendo el otoño; el comienzo del tiempo de abrigo no podía ser en otro lugar más que en las mismas playas en las que nos vestimos con lo mínimo para disfrutar de la calidez del sol y la belleza del mar sobre la arena; la playa se convierte así en un escenario evocador y nostálgico como tiende a ser siempre el principio del otoño y, en ese ambiente y con ese ánimo, Tory Burch nos muestra una colección no exenta de color ni mucho menos de belleza.
Se trata de una colección de líneas sencillas y formas cómodas que nos adentra en los colores del otoño -marinos y tostados- sin renunciar a la vida de rojos y morados; la inspiración de estas propuestas, además de estar en ese final de la calidez y suave llegada del frío, se encuentra también en una chaqueta de estilo militar... como lo leéis, una chaqueta que Tory recibió de su madre y que ha inspirado el corte y botones náuticos de alguno de los abrigos de otoño y de campaña en algún traje verde militar e invernal.
En el vestir a diario, elegante y a la vez informal, con cierto atrevimiento y mucho estilo, los americanos suelen proponer bien y Tory Burch... mejor.
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