Willy Vanderperre es el fotógrafo elegido por Prada para inmortalizar su rostro más 'nonconformist', una imagen que encaja a la perfección con la esencia de esta vanguardista firma italiana.
La colección de otoño e invierno de Prada es sofisticada y atrevida, recurre a inspiraciones clásicas en el punto y los cortes pero las transforma reinventándolas en prendas que son pura vanguardia de la moda, moda para gente con personalidad y estilo, almas inconformistas que buscan vestirse como les place y no como les dicta nadie.
La campaña es un reflejo de ese inconformismo, de ese rotundo detalle de personalidad en el que la importancia está las personas, no en el fondo ni en la luz, que es gris, monótono y discreto, la antítesis de la colección de Prada.
Lo normal, para Prada, es el inconformismo y lo pinta en su campaña con una serie de imágenes en las que combina el color de cuerpo entero con los primeros planos en blanco y negro ¿la razón? es más de fondo que estética, en primer plano lo que importa es la intención que se esconde tras la mirada y esa intención deslumbra en brillo y color en las imágenes en blanco y negro.
Cuando se trata de mostrar las prendas de la cabeza a los pies, Vanderperre no esconde nada, tampoco los matices de color de la colección porque en Prada el color es importante, lo es tanto en las prendas lisas como en los estampados, tanto para ellas como para ellos, lo es siempre.
Lo que más nos engancha a Prada, además de su nonconformist y de su estilo propio, es su modo de mostrarse transgresor haciendo de la clasicidad vanguardia ¿imaginas como sería una falda recta o una chaqueta de corte casi-Chanel? revisa la galería que ilustra esta noticia y descúbrelo...
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