Miu Miu se alía con el reconocido fotógrafo de moda Steven Meisel para ocultar el color en su campaña; Meisel crea un juego de claroscuros sobre un fondo medio blanco, medio negro en el que Stacy Martin luce las prendas y piezas del otoño y el invierno de Miu Miu.
Se trata de un mundo monocromático que sabemos esconde otro de vida y color porque si algo caracteriza a la firma italiana por encima de todas las cosas y más allá de su dulce vanguardismo -un punto menos sofisticado que el de Prada, su casa madre- es el color.
Por su campaña, no sabemos cuales serán los colores de la próxima temporada pero sí que la luz será esencial, también que será una temporada misteriosa e intensamente seductora; claro que en los juegos de claroscuros que articula Meisel alrededor de la enigmática Martin, descubrimos cosas como que el plástico transparente será de nuevo un aliado frente al agua, el nylon acolchado frente al frío, los brocados, el punto y el astracán serán por su parte las armas de nuestra sofisticación.
La campaña tiene mucho de cinematográfica tanto en los enfoques y las luces como la propia representación de Stacy Martin, parece en cierto modo que estamos ante los fotogramas de una película clásica y sensual, una de los cincuenta, de esas que nos gustan por lo que tienen de glamour con aires de cine negro. Claro que la Martin es más bien lo contrario, pura vanguardia, puro Miu Miu.
Vestida y complementada por la firma italiana, Stacy Martin mira a cámara y representa el papel de una mujer que sabe, calla y siente, que vive con intensidad y pasión al tiempo que se oculta en los juegos de luces que crea Steven Meisel sólo para ella, sólo para Miu Miu.
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