Hablamos todo el rato de una constante evolución que va a tal velocidad que, en la mayoría de los casos, seguimos nombrándola instintivamente por el simple hecho de que intuimos que está ahí, porque debe ser así, aunque en realidad no seamos capaces de verla.
En el caso de la moda contamos con el apoyo de las tendencias y las pasarelas, las mismas que han pasado de ser impuestas por diseñadores y modistos que, en esta ocasión, abandonan el centro de sus palacios y posesiones íntimas para dedicar ingenio y alma a la revolución de las masas: el street-style. Esto es lo que podría conocerse perfectamente como una evolución industrial.
Precisamente para la próxima temporada otoño-invierno 2014, este cambio viene acompañado de un profundo efecto colatoral, el del futurismo, la vanguardia y, valga la redundancia, la propia industria.
La firma VAN-DOS ha reunido en su último trabajo una fusión de ambas cuestiones que reflejan a la perfección la realidad de los días que vivimos: una era post-industrial en la que la sociedad está rodeada de arte y reinvención, con necesidades y preferencias que cambian constantemente y a las que no queda más remedio que adaptarse con urgencia. Toda una declaración de intenciones que la marca ha plasmado en prendas fabricadas con materiales innovadores y ricos tejidos en los que los detalles, como siempre, acaban marcando la diferencia.
Perfectos de terciopelo, minifaldas de cuero, botines laminados, conjuntos de falda y chaqueta con bordados florales y puños y cuello de pelo tintado… Una visión avanzada de la clásica elegancia, apta para mujeres urbanas que buscan comodidad, que, como resultado, suponen una feminidad mucho más enfatizada que abre paso a una nueva evolución industrial…
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