Bottega Veneta es, desde sus inicios en los 60 en un rincón del creativo e innovador norte italiano -Vicenza-, símbolo de elegancia, calidad, diseño, lujo, artesanía y piel. Y es además una de esas firmas que sabe de la importancia de mostrarse más allá de sus productos, de ahí sus campañas y su art of collaboration que en esta ocasión corre de cuenta del fotógrafo americano Ralph Gibson.
Bottega Veneta deja sus campañas en manos de diferentes creativos elegidos no al azar, sino según el gusto y estilo de cada colección y el trabajo tras el objetivo que haya llamado la atención en la casa; es lo que denominan art of collaboration y lo utilizan para desplegar ante nosotros no tanto sus nuevas propuestas -para eso están ya los desfiles y lookbooks- sino su inspiración y su experiencia, esa que esperar lograr trasladarnos.
Ralph Gibson nos transporta al mundo de Bottega Veneta de forma magistral, en sus instantáneas trasciende el profundo sentido de elegancia y discreción de la firma italiana así como el detalle de su manufactura, y lo hace desde el momento en que Gibson elige el lugar en el que ubicar su trabajo: Milán, meca del diseño.
La elegancia y la exclusividad están siempre en los detalles, esos que no escapan a la artesanía italiana ni al objetivo de Gibson.
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