La firma italiana Prada nos muestra sus nuevas propuestas para el hombre y la mujer de la temporada otoño-invierno 2020. Una perspectiva de romance, de un nuevo amor, de una nueva vida.
Una campaña fotografiada por Willy Vanderperre que se inspira en el sentido de comunidad; de la experiencia compartida, de la unión del hombre y la mujer y su comunión con la tierra. Un punto de vista romántico sobre la relación del hombre con la naturaleza. Una forma de expresión de los opuestos: imágenes en las que un interior se convierte en exterior, una naturaleza salvaje invade la precisión industrial, las flores y plantas emergen invadiendo un paisaje urbano de hormigón armado. Contrastes y opuestos en esta propuesta de Prada.
La ropa de aires militares se entremezcla con delicados vestidos estampados. Los colores oscuros y en verde militar se funden con delicados accesorios con tonos claros o contrastes coloridos. La ropa del día a día se confunde con los más glamurosos conjuntos de noche. Todo es contraste, todo es opuesto y a la vez complementario.
Muchas de las prendas tienen los mismos diseños para hombre y mujer: bombers de piel con cuellos de borreguillo, casacas en verde militar y trajes pantalón con inspiración marcial. Los zapatos bajos y las botas militares de cordones pueden ser prendas apropiadas para el día a día de los looks masculinos y femeninos.
Unas propuestas que forman parte del contraste que el mundo actual: lo masculino y lo femenino que se igualan, la naturaleza y el asfalto de la ciudad que conviven, los colores intensos y la sobriedad de los tonos oscuros que completan la colección.
Una propuesta que mezcla la emoción humana y la naturaleza en flor con la esperanza de un romance en invierno. Un contraste entre lo cálido de la naturaleza humana y la vegetación, con la frialdad y dureza del asfalto de una gran ciudad. Prada es capaz de conjugar en una única colección todos los contrastes de la vida.
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