Minifaldas demasiado cortas, pastillas de colores para merendar, hippies trasnochados y tiendas con neones excesivos. Psicodelia, cultura juvenil y ritmos jamaicanos condenadamente pegadizos. Era el Londres de los sesenta, el de los mejores Beatles, el del rocksteady pre-reggae. Carnaby Street rezumaba vida tras la apolillada guerra de Churchill y en los locales se bailaba a The Wailers, Clancy Eccles y Larry Marshall. Precisamente en aquellos años del "Swimging London" -como lo definió Time Magazine- se ha inspirado la firma británica Fred Perry para crear su nueva colección cápsula: Black Canvas por Bella Freud.
Ella, Bella, diseñadora forjada en los talleres de Vivienne Westwood también conocida por ser la bisnieta de Freud (Sigmund Freud), ha sido la responsable creativa de este conjunto de prendas, incluidas dentro de la línea "Laurel Wreathy" de la marca. Bella Freud nos devuelve a las calles de la que fuera la capital del mundo contracultural para presentar, junto con la modelo Adwoa Aboah, una colección otoño-invierno en la que hay lugar tanto para jerséis de punto realizados con la técnica intarsia (tejer motivos de colores diferentes sobre un fondo) como para estrellas de aire militar (vistas en las ropas de los artistas reggae) bordadas en hilo dorado, bordes de lúrex sobre polos clásicos y los colores de la bandera "rasta".
Fred Perry vuelve la vista atrás para recordar a los primeros mods, los que enloquecían por los trajes entallados made in Italy, meneaban la cabeza a ritmo de ska jamaicano y preferían las scooters al coche pese a la lluvia londinense. Aquí, mientras no llegan las aguas del otoño, vestiremos polos de manga corta y tararearemos "One Love" en el metro.