Para Lindbergh la distancia que había entre Nueva York y París se medía en horas de vuelo, poco más de 33, que fueron las que invirtió en cubrir el océano que separa ambas ciudades volando solo. Fue un tipo americano, aunque de origen sueco, que hizo historia al rendirse a su pasión sobrevolando el Atlántico y que, al contarlo, ganó un Pulitzer. Hoy es, indudablemente, pura inspiración.
Y lo es no sólo por su modo apasionado de vivir, por sus aciertos o errores, por sus gestas… lo es también como icono de un estilo que, aun a pesar de mantener cierta pátina vintage, es ya más contemporáneo que clásico y subyace a menudo a las propuestas más actuales, las que juegan con la piel, los jeans y el denim como lo hacen los americanos de Andrew Marc en su línea Denim and Leathers.
Desde la ciudad de la que despegó Lindbergh –Nueva York- hacia su destino en París y el resto del mundo Andrew Marc –firma americana en la que confluye el estilo genuinamente americano en el que reinan vaqueros y cuadros, con las tendencias más urbanas y de corte más europeo y elegante para componer una colección de prendas de estilo deportivo para vestir bien.
Chris Gburg, director creativo de la firma, está además detrás de la campaña captada por Cate y por él mismo; en las imágenes que sirven de presentación de la nueva colección, trasciende el tono solvente y descarado, un punto soberbio incluso, del tipo interesante que se sabe bien visto y mejor vestido, un tipo capaz de un par de gestas… o de convertir en cierto el sueño americano.
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