Caramelo es siempre, y en todas sus colecciones, elegancia, comodidad y estilo porque así entienden ellos la moda, como componente bello y útil de nuestro estilo de vida.
Un estilo de vida en el que la comodidad convive con la elegancia en perfecta armonía, sin que la una someta a la otra; y es que vivimos deprisa, con mil cosas por hacer y otras tantas dejadas atrás, queremos lucir perfectos en toda ocasión y lugar y no nos sobra ni un minuto para combinaciones imposibles o incomodidades innecesarias, impedimentos a nuestro ritmo, a nuestro estilo, a nuestro quehacer y vivir.
Fiel a su estilo, elegancia, comodidad y calidad tanto en tejidos como en confección, Caramelo nos viste para el nuestro, tanto para las ocasiones de vestir como para el casual diario, tanto a nosotras como a ellos...
El otoño y el invierno en Caramelo se tiñe para nosotras en ocres y tostados en sus propuestas más casual, entre las que encontramos, un año más, el estilo ecuestre de pantalón ajustado y bota plana que añade a su habitual comodidad la elegancia del corte y estilo de Caramelo. Ineludible también la escala de gries en un look más urbano y con un punto de sutil agresividad que se suaviza y endulza si cabe más con nuevos prints y toques de color: fresa, verde lima o azul profundo, casi marino.
El summun de la elegancia y el estilo lo encontramos en las propuestas de Caramelo firmadas por Antonio Pernas: tacón alto con la plataforma justa para asegurar la comodidad manteniendo la dulzura del look; verdes y marrones, en largo tejidos suaves y voluptuosos que recuerdan en sus cortes y caídas las blancas túnicas de las diosas romanas y en corto, con menos volúmen, el estilo suave y elegante de los 50, la dulzura suprema de Audrey en verde lima.
La elegancia para ellos se viste inevitablemente de traje, trajes de encajes y caídas perfectas, en grises, marinos, ocres y tostados. Pero el hombre Caramelo no sólo viste de traje y es en sus propuestas más casual donde la firma pone el detalle de color y estilo que rompe el punto clásico de sus propuestas de vestir elegante, aunque se trata de una ruptura dulce y suave, de traer al dinamismo de hoy los estilos de siempre dotándolos de color y nuevos prints.
Caramelo se mantiene fiel a su esencia y a su historia de aguja y dedal, que sobrepasa ya los 40 años; no busca la pirueta ni la combinación imposible, su objetivo es siempre que sus propuestas satisfagan nuestras ansias de belleza y utilidad en el vestir, en perfecta y absoluta armonía con nuestro estilo de vida. Viendo sus propuestas para el cada día más próximo otoño, no podemos más que confirmar que nuevamente lo han conseguido.
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