Donna lleva casi cincuenta años en el mundo de la moda. Una existencia entre costuras, tejidos y patrones que buscan la belleza, la suya, la que ella ha creado con mucha determinación para que su firma tenga un lugar, un reconocimiento, un sello. Y su recorrido siempre ha sido muy coherente, evolutivo y acompañado de campañas que aún en el paso de los años, continúan en nuestras retinas.
Pero en su visión de la belleza siempre ha habido una estrecha relación con el arte, con la escultura, con la pintura, que ha llegado hasta sus creaciones a través de la mirada y las obras de su marido Stephan Weiss.Y es así como se crece la campaña de este próximo otoño 2013, bajo el objetivo de Mikael Jansson y la sensualidad manifiesta de Catherine y Andrés.
¿El escenario? Un estudio. ¿El hilo conductor? El arte, que cobra importancia a través de la escultura. ¿Un horizonte? Las luces de de Nueva York, su ciudad, la esencia de todas sus colecciones.
Y así la madera y el bronce, comienzan a guiarnos por los caminos de la seducción, que en sus prendas dejan al descubierto hombros, ciñendo cinturas, insinuándose en generosos escotes, y abriéndose para mostrar la belleza del movimiento de cada paso.
Licras, cuero y pieles que prometen un otoño más cálido y sugerente que de costumbre.
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