Dom Bagnato viaja a sus orígenes en la campiña italiana buscando cierta inspiración para el próximo invierno; la consecuencia de este viaje, que es también un viaje en el tiempo, es una colección que mantiene la clase y la elegancia italianas y las envuelve en cierto aire nostálgico y vintage, el aroma perfecto para un otoño que sigue perezoso al verano en el discurrir del tiempo, las estaciones e incluso los lugares porque Dom Bagnato no llega desde Italia, sino desde nuestras antípodas, la lejana Australia.
Dom Bagnato es fiel a sus sastres de corte perfecto, camisa italiana y corbata a juego y destacando; destacando tanto que, tras sorprender en un color vino profundo, acaba por convertise en pajarita proponiendo así un look que, de puro clásico, es todo un atrevimiento para el invierno de 2014.
Nos sorprende y nos seduce el toque evocador que deja esta inspiración pasada en una colección que es, por otra parte, tan italiana y tan Dom Bagnato como cabía esperar.
El pañuelo en la solapa, los cuadros en la chaqueta, los lunares gordos en la corbata, el corte de la gabardina, la elegancia del zapato, las gafas de sol e invierno... todo un fondo de armario para un otoño y su invierno en el que, sobre la elegancia italiana como piedra angular, pivotan propuestas que van del atrevimiento a la clasicidad para que no haya hombre que no se encuentre en Dom Bagnato.
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