Cada estación del año se puede ver como una explosión de sensaciones y experiencias nuevas. Un acontecimiento que rompe con lo anterior y marca el comienzo de una época distinta, con sus peculiaridades y también sus atractivos. Una oportunidad de empezar de cero y exprimir al máximo cada segundo de ella.
El otoño no tiene por qué ser una estación triste, ni tampoco apagada. Es más, cada año gana más adeptos que se apuntan a su moda de tonos marrones y sus prendas de tejidos cálidos pero a la vez frescos, materiales diseñados para aprovechar al máximo los últimos rayos de sol del verano y sentirse especial.
La nueva colección de Blancaspina para este otoño invierno es un homenaje al color. Cada una de las prendas que la componen se tiñen de tonos que se sirven de las formas, los diseños y los cortes femeninos para sacar todo el partido a la silueta de cada mujer. Porque cada una tiene sus puntos fuertes y Blancaspina los potencia indiscutiblemente.
Los rojos y verdes más atrevidos comparten protagonismo con las texturas ligeras tales como gasas y crepes y otras un poco más armadas como el tweed pero que no pierden su vaporosidad. Blancaspina es todo un estilo de vida cuyas normas únicamente son disfrutar, sentirse cómoda y desprender a cada instante una atracción magnética. Parece sencillo, ¿verdad? Pero lo cierto es que la firma da ese empujón que muchas veces es necesario para conseguirlo.
Cada detalle, más que cuidado, ha sido mimado y fabricado en España. Una opción para las noches en las que las temperaturas aún no descienden demasiado y las tardes en las que apetece aprovechar las terrazas. Vestidos de cóctel y para utilizar en ocasiones especiales del día a día. La colección de Blancaspina es versátil y tremendamente femenina.
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