Bella Hadid, la hermana menor de la rubia Gigi, ha sabido sacar partido de su belleza morena propia de su origen palestino (por parte de padre), del mismo modo que Gigi ha hecho lo propio con los rasgos europeos que le tocaron en suerte por su origen holandés (por parte de madre). Lo cierto es que ambas, tan guapas y tan distintas, han seguido los pasos de su madre en el mundo de la moda.
Claro que no todo el mundo es moda y Bella lo sabe tan bien que dedicaba gran parte de su tiempo y sus esfuerzos a la equitación hasta el punto de (casi) representar a u país en los Juegos Olímpicos de Río; casi... porque la enfermedad de Lyme (una infección crónica) que padeden tanto ella como su madre y su hermano pequeño, se lo impidió.
Pero a pesar de las limitaciones que la enfermedad le pone, especialmente en determinadas fases de su tratamiento, Bella mantiene su belleza y su energía, sigue reinando en pasarelas y campañas y convirtiendo su nombre en uno de los más repetidos en boca del mundo de la moda para representarla.
Una de sus últimas colaboraciones ha sido con la firma Penshoppe en su campaña de otoño e invierno; lo cierto es que una firma que es, casi por definición, moderna y juvenil, informal, divertida y consciente de la importancia de un punto de seducción más allá del estilo, no podía tener mejor cómplice para mostrarse que esta bella y joven americana que es, a sus 20 años, una de las modelos del momento, Bella Hadid.
Shorts, denim, tonos militares y mucho negro, tops mínimos, complementos tan street style como las gorras, deportivas como botas militares, cinturones con tachuelas y el terriblemente favorecedor escote barco. Así es el otoño y el invierno de Penshoppe y así nos lo muestra Bella Hadid.
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