Bally es una firma suiza fundada allá por 1851, célebre por su artesanía de la piel y el calzado, ha ido evolucionando a lo largo de los siglos y es, a día de hoy, toda una referencia tanto en sus colecciones de vestir como en sus ilustres e históricos zapatos, calzado que lo fue, al menos en una de sus campañas, del mismísimo Charles Chaplin.
Hablamos de un firma global, una de las primeras marcas del lujo en llamar a la puerta de China para venderse más que para fabricarse y con tiendas por todo el mundo, desde París o Londres, a mi Buenos Aires querido...
Pablo Coppola es el director creativo de este histórico sello suizo que, junto a Akris -otra firma suiza especializada en complementos y también en moda- representa las tendencias que nos llegan desde el país neutral por excelencia, famoso por sus relojes y toda una caja de sorpresas en cuanto a lo que tiene que ofrecer al mundo.
La temporada de otoño e invierno es para Bally funcional y elegante con cierto toque de vanguardia, lo cierto es que nos recuerda en cierto modo a Gucci aunque no alcanza el tono de psicodelia con el que Alessandro Michele ha tejido la última temporada de la célebre firma italiana.
Visita la galería que ilustra este artículo y descubre el otoño y el invierno más vanguardista made in Switzerland.
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