El otoño de Alexander Mcqueen no defrauda, muy al contrario, seduce en la intensa y sofisticada elegancia de todas sus propuestas, en su atrevimiento, su descaro y ese punto adicional de agresividad bien entendida que tienen siempre sus colecciones.
Hablamos de un diseñador sobradamente conocido por su sofisticada irreverencia muy de vanguardia londinense, su ciudad natal, que, en esta ocasión ha elegido a una modelo inglesa que conquista más adeptos a su particular belleza día a día, Edie Campbell.
El romance entre la Campbell y la colección de Mcqueen resultó inevitable porque parecen hechos la una para la otra y el resultado de este idilio es una campaña de imágenes intensas y seductoras en las que deslumbran incluso las piezas negras del diseñador londinense, qué decir de las blancas...
Edie Campbell se convierte para Mcqueen en toda una amazona clásica en un ambiente que quiere ser de época pero que es, por encima de todo, sofisticado y misterioso; se trata de la evocación de un castillo de la Edad Media en el que Edie viste ropajes inspirados en el exceso de tejido de entonces entremezclado con la creatividad de Macqueen, un mix que resulta atractivo a rabiar, más incluso cuando el responsable de imortalizarlo es el reconocido fotógrafo americano Steven Klein, a quien hemos visto ya firmar, además de soberbios editoriales de moda, campañas para Calvin Klein o Dolce & Gabbana.
Mcqueen, Edie Campbel, Steven Klein, evocaciones de otros tiempos, amazonas y, entre todo ello como ingrediente esencial, la belleza... La campaña de otoño e invierno 2104/2015 de Steve Mcqueen es, sin duda, de las que no se olvidan y nos lleva de la mano hacia sus propuestas para este mismo tiempo...
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