Adolfo Domínguez nos cuenta sus propuestas para la próxima temporada y además de verdad, porque su campaña no se compone sólo de imágenes de incuestionable plasticidad y belleza, que también, sino que van aliñadas con una leyenda oriental que tiene mucho de magia y de sueño.
Según creencias del lejano oriente, especialmente de China y Japón, nacemos con un hilo rojo sujeto a nuestro dedo meñique y ese hilo es el de nuestro destino; según esta antiquísima creencia, las personas destinadas a encontrarse y permanecer juntas para siempre, permanecen unidas desde el principio de sus vidas a través de ese hilo rojo, un hilo que puede extenderse y contraerse pero nunca romperse...
Adolfo Domínguez comienza a contarnos la leyenda nipona con su colección de mujer, hilando la historia del emperador japonés que hizo llamar a una bruja para que lo llevara hasta el final del hilo rojo de su destino.
Y mientras el emperador y la bruja caminan hacia el final del hijo rojo, nosotros nos deleitamos con la campaña de otoño del diseñador y sus sugerentes propuestas femeninas, nos gusta la funcionalidad de la colección, las cinturas ceñidas, los jerseys largos de punto y las gabardinas negras, también los chalecos sobre las camisas y los pantalones anchos.
Para cuando la bruja y el emperador llegan al final del hilo, éste se encuentra en un mercado y frente a una campesina que vendía su cosecha con un bebé en brazos; el emperador pensó entonces que todo era una burla de la bruja y empujó con furia a la campesina, provocando un golpe que le costó una herida en la frente al bebé que cargaba...
La leyenda sigue, lo hace hasta el final de su propio hilo rojo, con las propuestas de Adolfo Dominguez para hombre, en cuanto a las de mujer, esto es todo cuanto el modisto gallego está dispuesto a desvelar...
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