Lencería

La provocación de Bordelle es romántica y vintage

La colección de primavera y verano de Bordelle es un alarde de romanticismo y belleza que casi parece impropio de la lencería británica.

La colección de lencería de primavera y verano de Bordelle es creativa y sorprendente, muy dulce y romántica, sugerente más que seductora y delicadamente provocativa más que expresamente provocadora; lo cierto es que Bordelle acostumbra a coquetear con la provocación al estilo de Agent Provocateur aunque quizá quedándose un paso más atrás que la firma francesa y en su colección de primavera y verano de 2018 ese aire de incitación al deseo se ve matizado por el romance y la dulzura como no hubiéramos esperado de Bordelle temporadas atrás.

Cierto es que entre las propuestas de otoño e invierno de Bordelle, esas que estamos vistiendo actualmente, se anticipaba ya cierto encanto romántico que se desborda en primavera.

Los topos son el hilo conductor de los nuevos diseños de esta firma británica, eso y sus diseños más icónicos, sus formas inconfundibles, marcan el camino hacia el futuro en el ámbito de la lencería, especialmente de la lencería británica porque, si bien es un sector nada desdeñable, tiende a menudo a ese aire clásico y british que puede pasar de ser vintage a resultar poco interesante e incluso antiguo; claro que ese no es el futuro de Bordelle porque si algo deja claro la firma londinense es que su lugar en el mundo está en la vanguardia lencera del mundo.

El atrevimiento de Bordelle llega en esta ocasión a presentar su campaña envuelta en rosa como si sus piezas de lencería fuesen caramelos dulces que echarnos al cuerpo, cierto es que no es la primavera vez que una campaña de ropa de mujer se viste de rosa pero cuando se hace de una firma que es sinónimo de provocación, atrevimiento y sofisticación lencera, resulta cuando menos curioso y siempre interesante el toque romántico que impone a sus propuestas, claro que son propuestas de primavera y la primavera, ya se sabe, la sangre altera.