La lencería solía ser el secreto mejor guardado de una mujer, era el ámbito de su vestimenta que reservaba para sí y que vestía cada día con una intención y cada intención con diferentes prendas de lencería; el fondo de armario lencero de una mujer era, así, un rincón privado y secreto que definía en encajes, transparencias y bordados sus intneciones más íntimas. ¿Sigue siendo así? Sólo en cierto modo...
La lencería sigue siendo un asunto íntimo y personal, el colmo de la sofisticación y el estilo pero es menos secreto de lo que era y menos que querrás que lo sea cuando conozcas las propuestas de Andrés Sardá para la próxima primavera. Y no nos referimos a las piezas lenceras diseñadas para ser vistas sino a la belleza y el encanto de las que se diseñan para embellecer el cuerpo femenino, para gusto y placer de las mujeres que las visten y para que las prendas exteriores luzcan si cabe más bellas.
La cuestión es que cuando una firma como Andrés Sardá presenta una colección, como por otra parte tiene por costumbre, de belleza superlativa, una en la que los encajes son absolutos protagonistas en una serie de piezas monocromo o bicolor, en bodys de cuerpo entero y cortes terriblemente seductores y en sujetadores y braguitas que querrás tener en todos sus acabados.
Y lo mejor es que la primavera y el verano de Andrés Sardá, diseñada por Nuria Sardá, no es sólo una quimera, es mucho más, es un sueño hecho colección de lencería, es un universo de magnífica belleza íntima, de encajes deliciosos y algunas transparencias, un toque de color y dos de magia.
Y, por si la espectacular colección de piezas de lencería no fuese suficiente, Nuria Sardá cuida al detalle, como hace siempre, su presentación en una campaña que no es menos espectacular que la propia lencería.
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