Karlie Kloss es un ángel para muchos diseñadores, lo es por su belleza natural y también por lo que en cuanto a sus formas y a sus movimientos ha trabajado para ser si cabe más bella; porque la belleza no es sólo un don, un algo innato que nace con uno sino que, como la elegancia, se modula e incluso se contruye.
La Kloss se ha convertido en una de las top más deseadas, este ángel de Victoria's Secret se ha aclarado sutilmente el pelo y mantiene el mismo estilo encantador y armónico a la hora de desfilar y posar, fruto probablemente de sus estudios de ballet, y es este año 2014 el rostro, cuerpo y lencería alada de la firma íntima más afamada, Victoria's Secret.
La emblemática firma americana le cuelga las alas a Kloss y, en un rojo tendente al fuego anaranjando, presenta su colección Holiday sobre el cuerpo cuasi perfecto de una Karlie Kloss que ha llevado sus ideas más allá del posar y lucir; y es que la modelo, que fuera descubierta en un desfile benéfico en favor de una amiga que afrontaba entonces un cáncer, mantiene vivo su deseo de ayudar al prójimo y por eso su firma de gallegas -Karlie's Cookies- dona una importante parte de sus ingresos a proyectos benéficos.
Cabe que la dulzura que emana del rostro de Karlie no sea sólo fruto de la belleza de sus rasgos sino también de la de su corazón y por eso, ya sea casualidad o cosa hecha con toda intención, no parece haber elección más acertada para ser la imagen de la colección Holiday 2014 de Victoria's Secret que la misma Karlie Kloss.
Fuego, tul, corpiño, bra... y alas para soñar, una combinación que se nos antoja tan mágica como la propia Navidad, cosas de Victoria's Secret.
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