Dicen que la lencería es en sí misma objeto de seducción pero en realidad no hay prendas más secretas que las que ocultas bajo los tejidos nobles hechos para vestirte y lucirse; y es que, en realidad, somos nosotras las primeras en dejarnos seducir por la lencería.
La lencería es un placer íntimo, un lujo privado y propio que una se concede para sí misma, para su propio placer y para rendir su cuerpo a la belleza de vestirse de dentro hacia fuera; cabe que luego lleguen otros juegos y otras guerras pero eso es un quizá que no tiene por qué ni porque no, es algo en realidad ajeno a la lencería por más que esta se convierta también en objeto de seducción... ajena.
Desde Montreal nos llegan las últimas propuestas de una firma de prendas lenceras sofisticadas y elegantes, muy sugerentes, bellas y hechas al cuerpo; nos gusta el coral y aguamarina entre tonos más clásicos de fondo lencero como el negro, el beige y los print animales, igualmente nos sorprenden y seducen los corpiños de aire vintage y también el sutil uso de las transparencias.
La intimidad canadiense se llama Blush y alude al rubor que enciende la seducción...
Galería de imágenes
-
1
-
2
-
3
-
4
-
5
-
6
-
7
-
8
-
9