Dice Nuria Sardá, con mucha razón, que la lencería tiene el poder de hacernos sentir bien aunque nadie la vea; y es que la lencería tiende a ser el secreto mejor guardado de una mujer, tiende a ser, decimos, porque ahora incluso Nuria Sardá juguetea con la idea de que la lencería se lleve por fuera e incluye en su colección unos bodys deliciosos, perfectos para lucir en las noches de fiesta.
Move On es el título de la colección de otoño e invierno de Andrés Sardá, una propuesta inspirada en el Nueva York de los años 70 que organiza sus piezas en dos grandes grupos: las más funcionales para vestir el día y las más sofisticadas para vestir la noche.
Las piezas más funcionales son las más sencillas y se cortan en tonos neutros aunque no renuncian a los tules ni a los bordados mientras que las más sofisticadas con coloristas y extravagantes, muy creativas, atractivas y sugerentes; son esas prendas, las más sorprendentes, las que coquetean con romper la barrera entre el secreto de la lencería y su publicación, es decir, con el hecho de lucir la lencería por fuera; en estas propuestas mandan los tules y las rejillas de lentejuelas, los bordados con espejo, tricots y raso de seda, también los adornos creado con el brillo de los cristales de Swarovski.
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