Unión. La Pangea del Ego no es otra cosa que la unión del eclecticismo animal y las antiguas civilizaciones. El Colmillo de Morsa decide retroceder 300 millones de años en el tiempo para transportarnos al periodo Pérmico y demostrar que en la moda hay cabida para todo. Una unión entre el presente y el pasado para presentarnos una de las propuestas más acertadas del Ego.
La naturaleza está presente en cada uno de los elementos que conforman Pangea. Los colores sufren una variación constante entre los vivos y los más apagados. Rojos, naranjas, turquesas y grises se instalan sobre estampados que hacen una referencia constante a animales y elementos decorativos, como cenefas clásicas y motivos geométricos.
Los materiales utilizados son los encargados de aportar luminosidad y volumen a patrones limpios y envolventes: gasas, crepe de seda, napas y antes gravados que se miman con una mano artesanal experta en bordados, calados y técnicas tradicionales.
Además de destacar, los jóvenes talentos demuestran que lo bello tiene formas infinitas, tantas como ojos que la miren… Un gran acierto en diseño y en lema por parte de El Colmillo de Morsa. Se trata de su época, sin duda alguna.
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