Son maravillosas equilibristas que sortean las alturas ataviadas con vestidos de ensueño, en raso y tafetán. Sin percibir el peligro, parecen haber trepado a lo más alto en busca de un soplo de aire fresco, escapando de un encorsetado evento social que las atosigaba. Sólo en contacto con el cielo y abandonadas a la noche o a la cálida luz del sol, sonríen relajadas.
Las escenas, que resultan sumamente femeninas y encantadoras, pertenecen a la campaña primavera-verano 2011 de la casa francesa, campaña que invita a "tomarse un respiro". Firmada por el fotógrafo Stéphane Huard para la agencia Gaultier Collette consigue, sin duda alguna, lo que se propone: que todas nos pirremos por sus absolutamente irresistibles vestidos.
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