En su rostro late la prisa de la juventud. El tiempo apremia en el deseo de vivir intensamente y en la frescura de sus ojos se atisba un leve poso de romanticismo. Es la incertidumbre del hombre del siglo XXI que se traduce en un estilo de rebeldía clásica, que vuela en el aire como un sueño de James Dean y eco de Lord Byron. Ambos confluyen en el inconformismo con mayor o menos causa que la naturaleza urbana de nuestro protagonista.
En esa dualidad, su perfil rebelde encuentra en el denim el mejor aliado para plasmar su aspecto deliberadamente desaliñado y perfectamente elaborado con la superposición de camisa vaquera y chaqueta de punto. Por ese camino descendemos hacia el universo grunge con botas militares y guantes horadados, evidente guiño a la tendencia estrella de la temporada.
Pero ya en los complementos nos anuncia la aspiración exquisita que mitiga su alma. Tanto en el uso del echarpé como en las bufandas de lana descubre su lado proclive a la recreación. Llegamos a su vivencia más refinada, en la que se afirma su condición de elegante urbanita: abrigo de cashemer y handbad Louis Vuiton.
Definido queda en esta revisión de básicos la identidad del hombre actual, que desdibuja los códigos de estilo a su antojo como un soplo de rebeldía clásica.
Fotografía: Irene Caballer
Asistente de fotografía: Jorge Hurtado
Estilista: Antonio Bordera
Modelo: Ismael Lledó (Fashion & Art Mngmt)
Créditos: Zara, H&M, Mango, Ray Ban, Vuiton, Pepe Jeans
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