El cuerpo es la cárcel del alma. Dejando a un lado la mortificación mística, abogamos por el arte como medio de aproximación a los secretos del espíritu. Es así como desde el dualismo platónico damos legitimidad al placer estético, a la contemplación de las cosas bellas. En esa bifurcación nos topamos de lleno con una vertiente de la fotografía de moda contemporánea que convierte el cuerpo en arte, en medio y lenguaje en sí mismo.
La estrecha frontera entre el arte y la moda se diluye bajo el objetivo de la taiwanesa Hedy Chang, fotógrafa de cabecera de la edición asiática de Vogue, Marie Claire y V-Man. Formada en el London College of Fashion aporta a cada una de sus sesiones un código arte inyecta en la imagen una dosis indisciplinada de talento. Protagonista de su última producción ha sido el modelo español Alberto Rubio, que no sólo copa las portadas de las revistas de moda y las campañas de firmas internacionales, sino que también viste las paredes de galerías de arte de Taiwan, Hong Kong y Shanghai. Su naturaleza rebelde y versatilidad ante la cámara lo han convertido en un rostro exótico y codiciado para fotógrafos y artistas de arte contemporáneo. Así le podemos encontrar actualmente en la exposición INSPORTSRATION del artista Cheng-Ta Yu en la prestigiosa galería FullFil Project Art Space de Taipei, en un análisis del deporte dentro de la cultura post-colonial.
En esta sesión que se presenta por primera vez en loffit, Hedy Chang trata de acariciar el lado dulce e inocente de este joven de mirada desafiante e imponente cuerpo, que el conocido maquillador Po Tsang Ho convierte en un trepidante lienzo vivo. Estos trabajos consolidan la trayectoria de Alberto Rubio en el mercado asiático donde ha realizado desfiles para Chanel, fashion shows para Alexander McQueen o Roland Mouret y campañas para firmas como Martini Racing, Roberta di Camerino, Giuliano Fujiwara o Toyota Yaris.
Fotografía: Hedy Chang
Make up: Po Tsang Ho
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