Cansados de movernos por inercia, por el ritmo acompasado del convencionalismo, buscamos otros terrenos y paisajes en los que vivir el otoño. Desprendidos de todo romanticismo, substituimos el cálido abrigo de bosques y hojas secas por la opción refrescante del sport como condición masculina. El intenso fulgor del blanco, es nuestro color totalizador, sin sujeción estacional, libre y puro como el hombre.
Para compensar la pesadez de los cielos plomizos, ofrecemos una tendencia deportiva, exquisita y viril que se funde con la fuerza de lo puro y esencial como elemento inspirador. Es sobrio y algo libertino, consciente de su belleza, de se poder embriagador. Es blanco, el color renovador del hombre, según las grandes casas de la moda masculina.
Nuestros looks propuestos son una opción variable para el golf y la ciudad, combinando pantalón de Prada, con polo LAB - Pal Zileri y cinturón de Hermès, en la que nuestro hombre muestra su pasión por el detalle y el lujo con pulsera de Love-Cartier y reloj Bulgari Aluminium. En su dimensión más urbana se decide por americana y pantalón de Prada, camisa de Burberry London y reloj de Michael Kors.
Pero en la pureza de su color inmaculado se deja seducir por la elegancia de los complementos. Del shopping bag a la maleta, su discreción se torna rotunda y exhibe con aplomo su pasión por las marcas. Esenciales, como un must-have son las maletas míticas de Loewe, la Lous Vuitton Keepall o la Burberry Prosum. La majestuosidad del cuero se muestra como una segunda piel, con la sutil caligrafía del anagrama sobre el cuerpo desnudo, que refuerza su carácter deportivo y sano. Intensamente blanco, intensamente hombre.
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Fotografía: Alejandro Tomás
Estilismo: Adrián Arribas
Modelo: Pedro Martínez
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