Pero el azul que nos viene es intenso y poético como la vida, sofisticado como el arte y con un bagaje histórico que lo sitúa en la encrucijada misma de la postmodernidad. Es el International Klein Blue (IKB), patentado en 1960 por Yves Klein, uno de los arqueros del neodadaísmo, pintor espacialista y monócromo que depositó en el color toda la potencia mística y conceptual del arte. Un azul que debe su intensidad al aglutinante, el acetato de polivinilo, de textura jugosa y que se expandió por el mundo a través de sus pinturas y de sus pioneras perfomances de body art. En 1957, con motivo de su inauguración en la galería Iris Clert, soltó 1001 globos azules sobre el cielo de París, apoteosis de un color mágico con el que pretendió llenar el vacío.
Pero fue la moda quien consagró el color en la vida pública, en los salones y fiestas de la alta sociedad y de la cultura popular. Ahora lo hace de nuevo tratando de buscar una alternativa al rosa millenial, coral y amarillo, que parecen abanderar el pódium cromático del 2019.
En la moda masculina es nuestro Francis Montesinos uno de los principales artífices de este homenaje al artista francés, incorporando la textura especial que expande la mirada a través del azul, en una profundidad casi infinita, metafísica. Son sus chaquetas de corte liso y abrigos regios, a medio camino entre el kimono y el uniforme militar, dos aspectos implícitos en la vida de Yves Klein que comenzó sus estudios en la Marina Mercante y era amante del judo, de Japón y de la filosofía oriental. El bagaje artístico de Montesinos aporta, como siempre, una pincelada más al idilio entre la moda y el arte que siempre nutre nuestro espíritu ansioso de la creación contemporánea.
Foto: Eduardo Peris
Asistente: Iván Gomis
Estilismo: Pepe Conde
MUA: Paulina Mejía para Let’s Make Up
Modelos: Adrián Navarro | Guillem Cano | Mateo
Agencia: @fashionartmgmt
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