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Una docena de estrellas cuando no sabían que iban a serlo

Doce actores fotografiados antes de convertirse en las estrellas de cine que todos admiramos

En 1941, Ava Lavinia Gardner era tan sólo una chica de campo de 19 años, de familia pobre y estudiante de un colegio católico en Carolina del Norte. Cinco años después, conquistaba Hollywood protagonizando Los Asesinos junto con un debutante llamado Burt Lancaster, nacido en el Harlem neoyorquino y que había trabajado como acróbata circense hasta que una lesión en la rodilla le impidió seguir trabajando. Años más tarde, y también él convertido en estrella, el actor norteamericano rodaba Veracruz junto con Gary Cooper y una joven actriz española, Sara Montiel, que, al igual que Ava Gardner, había crecido pobre en el campo y comenzado en el cine casi sin saber leer y memorizando los guiones al escucharlos.

Ava Gardner, Burt Lancaster y Sara Montiel son tan sólo tres ejemplos entre las miles de historias que esconden las estrellas que siempre hemos admirado. Historias de superación, de suerte, de derrotas, caídas y pequeños triunfos de actores, actrices o directores que vemos tan alto en el firmamento que olvidamos que surgieron probablemente desde más abajo de nosotros, al menos en posición social o económica. Pero la casualidad, el destino y la ayuda de diferentes y a veces extraños personajes les permitieron ponerse en la galaxia de nombres que todos susurramos con deseo, envidia o admiración.

El camino de cada uno fue diferente. Para unos estuvo lleno de dificultades y puede que incluso hayan llegado a pensar que ni siquiera les mereció la pena. Otros disfrutaron, o disfrutan, de su trabajo y dan por buenas sus vidas y sus logros. Lo que con absoluta seguridad les iguala a todos es que, en el momento de las fotos que os mostramos, ninguno de ellos podía imaginar su futuro, su carrera, hasta dónde llegaría. Algo que ni las estrellas de verdad, esas que no se pueden contar, saben.

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