Soy de los que piensan que, para bien o para mal, lo más importante de las comidas es la compañía. Si estás a gusto con tu acompañante, ya sea por amigo o por amante, por risas o deseos, por miradas o recuerdos, lo demás es accesorio. Que mayor placer que una buena conversación de sobremesa alrededor de un café y copa. Infinidad de mundos arreglados, ya os digo yo. Y esa sensación al salir del restaurante de que acabas de estar un rato que merece la pena, de los de guardar en el bolsillo para, más que probablemente, sacar en unos años es cualquier momento parecido.
The Trip, la nueva película del director británico Michael Winterbottom, va precisamente de eso, de comer en compañía. Otra cosa es si la compañía es buena o mala, o va variando entre ambos extremos , ya que al ser una comedía, de ahí viene precisamente el causante de las sonrisas, de que los protagonistas de la película, dos tipos a los que encarnan Steve Coogan y Rob Brydon, se ven obligados, en cierto modo, a compartir viaje y manteles para calificar los mejores restaurantes del país, gestando a partir de aquí toda una trama con todos los visos para provocarnos una sonrisa.
El plan puede ser, precisamente, comenzar con una buena comida en la compañía adecuada, una mejor sobremesa, y una visita al cine para completar la jornada. Buen provecho.