Ricki

Ricki (Meryl Streep) es una guitarrista de un grupo de rock que hace versiones actuando en un bar de California. También es cajera de un supermercado. Y una madre que abandono a su marido y tres hijos para cumplir su sueño de una vida dorada de fama y rock and roll. Dada su historia, todo puede ocurrir cuando acude a la llamada de su ex-marido Pete (Kevin Kline) desde Indianápolis, que la pide ayuda con su hija en común, Julie (Mamie Gummer), que está pasándolo no demasiado bien con su divorcio.

Jonathan Demme en la dirección, Meryl Streep codo con codo con su hija Mamie Gummer interpretando también esos mismos roles en la ficción, Kevin Kline luciendo madurez profesional... Aunque conviene no dejarse llevar y pensar que estamos ante una película redonda, Ricki ofrece a priori todos los elementos para despertar nuestra curiosidad y hacer que pasemos por taquilla. Reencuentros familiares dolorosos pero teñidos de comedia, actuaciones musicales a cargo de Ricki and the Flash, sueños que no se realizaron... una comedia familiar como tantas, sin demasiadas pretensiones pero curiosa de ver, aunque sólo sea por el cuero de la Streep.

Porque eso es lo mejor, la polivalencia y carisma de la que para muchos es la mejor actriz de la historia, y el punto cotilla de verla actuar junto con su hija, Mamie Gummer.

Título original: Ricki and the Flash
Año: 2015
Duración: 101 min.
País: Estados Unidos
Director: Jonathan Demme
Guión: Diablo Cody
Fotografía: Declan Quinn
Reparto: Meryl Streep, Kevin Kline, Mamie Gummer, Sebastian Stan, Ben Platt, Charlotte Rae, Rick Springfield, Doris McCarthy, Josh Tobin, Hailey Gates, Marlon Perrier, Christian Frazier