Cine

Quédate conmigo

Una película para recordarnos que la vejez no es el final de nada

Craig e Irene Morrison son una pareja de ancianos con 61 años de matrimonio a sus espaldas. Siempre han sido granjeros, pero cuando Craig (James Cromwell) comienza a notar síntomas del Alzheimer en Irene (Geneviève Bujold), decide iniciar la construcción de otra casa más acorde con las nuevas condiciones de su pareja. Sin embargo, todo son dificultades por parte de las autoridades para conseguir hacerlo, y se verá obligado a luchar en un mundo que ya le resulta extraño.

El año pasado por estas fechas más o menos, se estrenaba en España la estupenda Nebraska de Alexander Payne, injustamente alejada de los premios de la Academia, con un Bruce Dern excelso en el papel de un anciano inmerso en lo que él cree la última locura posible de su vida. Quédate conmigo vuelve a incidir en mirar más allá de la aparente nadería de la vida de nuestros mayores, en un mundo hecho cada vez más hecho para los más altos, los más guapos y los más jóvenes, donde parecer mayor es parecer menos. Los Morrison, a los que Bujold y Cromwell saben dar el tono justo al interpretarlos, no quieren más locura que seguir juntos de la manera más cómoda posible. Y sin embargo todo es cuesta arriba para ellos. Sin sentimentalismos añadidos, asistimos a la lucha de una pareja de enamorados con el sistema, a sus dudas y dolores, a la sensación de estar aparte cada vez más de todo.

Nadie quiere ser viejo, pero todos queremos llegar a serlo. Puede que aprendamos sobre ello, además de disfrutar de la historia, si acudimos a ver Quédate conmigo.

Título original: Still (Still Mine)
Año: 2012
Duración: 102 min.
País: Canadá
Director: Michael McGowan
Guión: Michael McGowan
Música: Hugh Marsh, Don Rooke, Michelle Willis
Fotografía: Brendan Steacy
Reparto: James Cromwell, Geneviève Bujold, Campbell Scott, Julie Stewart, Rick Roberts, George R. Robertson, Barbara Gordon, Jonathan Potts, Zachary Bennett