Cine

Open Windows

Una "ventana indiscreta" adaptado a los tiempos de Internet.

Un poquito de historia... En 1817, el poeta Samuel Taylor Coleridge escribió lo siguiente:

Esta idea dio origen al proyecto de Lyrical Ballads; en el cual se acordó que debería centrar mi trabajo en personas y personajes sobrenaturales, o al menos novelescos, transfiriendo no obstante a estas sombras de la imaginación, desde nuestra naturaleza interior, el suficiente interés humano como para lograr momentanáneamente la voluntaria suspensión de la incredulidad que constituye la fe poética. (Samuel Taylor Coleridge, Biographia Literaria)

Que no penseís que me lo he sacado de la manga o de la memoria, que ha sido de la wikipedia, donde también pone que la susodicha "suspensión de la incredulidad" ya venía de Aristóteles, ese filósofo con nombre de marido rico de Jackie Kennedy, que animaba a los autores en su Poética a intentar hacer creible lo irreal. En resumen, y para entendernos, que a los espectadores no nos importa que nos la den con queso, mientras la cosa este hecha con un cierto sentido.

Este pequeña nota introductoria viene a cuento por el estreno de Open Windows, la nueva película de Nacho Vigalondo, que ya desde el argumento nos cuenta una historia que va a poner a prueba esa suspensión de credibilidad de la que hablábamos. La cosa es la siguiente: un admirador (Interpretado por Elijah Wood) de una actriz famosa (Sasha Grey) consigue en un concurso por Internet una cita con ella. Pero antes de que se produzca, un hombre que se hace pasar por miembro de su equipo le anuncia que no se producirá por los caprichos y cambios de humor de la estrella, pero que le ofrece la alternativa de poder seguir sus pasos a través de cámaras e internet de una manera tan íntima como especial. Accede, y a partir de ahí se ve inmerso en algo que no podía imaginar.

Parece interesante ¿Verdad? Seguramente lo será, si tenemos en cuenta que Vigalondo suele hacer un cine entretenido. El "pero" es la susodicha "suspensión de la incredulidad". Así que si entramos al cine, procuremos estar más pendiente de disfrutar que de analizar... avisados estáis.

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