Para Nahid (Sareh Bayat), una mujer divorciada que vive en una pequeña localidad costera de Irán, la vida se ha vuelto complicada. A pesar de que la ley iraní otorga la custodia de los hijos al padre en caso de divorcio, ella ha logrado quedarse con su hijo de 10 años llegando a un acuerdo con su marido al margen de la ley, prometiendo no volver a casarse. Ambos eran demasiado jóvenes y él entró en una espiral de problemas con el juego y las drogas. Pero ahora otro hombre entra en la vida de Nahid, y algo tan sencillo como tener una relación se convierte en una situación sin control.
Lo que más sorprende de Ida Panahandeh, la directora de Nahid, es la tranquilidad con la que aborda una historia como la narrada. Como si entendiera que basta con contarla para que cualquiera, sospecho que incluso aquellos de su país natal que no bordean el fanatismo, entiendan que lo que se cuenta se cae por su propio peso. Sorprende porque desde nuestra posición occidental parece que lo que habría que hacer es poner el grito en el cielo, acentuar el tono dramático y de denuncia de la película, intentar que la reivindicación de esos derechos que nosotros entendemos tan básicos fuera lo principal. Y es que Nahid no es de esas películas de las que sales del cine después de verla enfadado, con ganas de luchar contra alguna injusticia. Se sale con la firmeza de saber lo que está mal, con la resolución tranquila de saber lo que hay que hacer, y con la tranquilidad y la satisfacción de haber visto una historia bella sobre un país que tiene que recorrer un camino con gente como Ida Panahandeh al frente de sus ideales.
Título original: Nahid
Año: 2015
Duración: 106 min.
País: Irán
Director: Ida Panahandeh
Guión: Ida Panahandeh, Arsalan Amiri
Música: Majid Pousti
Fotografía: Morteza Gheidi
Reparto: Sareh Bayat, Pejman Bazeghi, Navid Mohammad Zadeh, Milad Hossein Pour, Pouria Rahimi, Nasrin Babaei
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