Cine

Mandarinas

Un pequeña joya antibelicista con todo el sabor de las mandarinas

En pleno periodo de descomposición de la antigua Unión Soviética, en 1990, Abjasia, una pequeña provincia, declara su independencia de la república de Georgia para intentar seguir en la órbita soviética y no quedar integrados en un nuevo país. Al estallar en conflicto entre los partidarios de uno y otro bando, Ivo, un estonio, decide quedarse a pesar de todo para ayudar a su amigo Margus con la cosecha de las mandarinas. La casualidad quiere que aparezcan en la puerta de su casa dos heridos, ambos soldados, pero cada uno de bando diferente. Ivo, junto con Margus, decidirá acogerles en su hogar para cuidar de sus heridas.

Rodada con escaso presupuesto e igual de escaso tiempo de rodaje, Mandarinas es como tomarse esa misma pequeña pieza de fruta cuando te apetece de verdad, sin motivo ninguno salvo el simple placer de saborear su gusto dulce. Es una pequeña gran película que habla de la condición humana y de la guerra, lo segundo tan inevitable y desgraciadamente unido a lo primero. Y lo hace sin mostrar la crudeza del conflicto en toda su extensión, tan morbosamente hecho en otras ocasiones. En Mandarinas todo es pausado, pero la guerra existe, y existe sobre todo en el corazón de los hombres, en la manera que afecta su día a día y su manera de relacionarse con los demás, sean estos quienes sean.

Sumamente recomendable para quienes gustan de ir al cine a encontrarse con pequeños tesoros y para todos aquellos que piensan que el cine puede ser una buena manera de encontrar algo de lógica al mundo en el que vivimos, a pesar de todo.

Título original: Mandariinid (Tangerines)
Año: 2013
Duración: 87 min.
País: Estonia
Director: Zaza Urushadze
Guión: Zaza Urushadze
Música: Niaz Diasamidze
Fotografía: Rein Kotov
Reparto: Lembit Ulfsak, Giorgi Nakashidze, Misha Meskhi, Elmo Nüganen, Raivo Trass