Cine

Una docena de madres de cine que menos mal que no son la tuya

Un repaso en forma de docena a las madres menos buenas del cine y la televisión, esas que no tienen mucho que celebrar el primer domingo de mayo.

Dice el refrán que Madre no hay más que una. Y a veces, sobra con esa cantidad. Y es que, aunque todos sabemos que no hay nadie como nuestra querida madre, también es cierto que no todo el mundo tiene la misma suerte. Para no ir señalando con el dedo a vecinos, amigos o familiares, lo mejor es que les echemos un vistazo a unas cuantas madres de cine no demasiado apetecibles como propias para que luego vayamos encandilados a ver a la nuestra para decirla lo agradecidos que estamos de que sea quien es: Mamá.

Nuestro viaje por estas peculiares madres de cine comenzará y terminará, curiosamente, en la televisión, que no sólo en las grandes pantallas han vivido estas poco recomendables matriarcas, de las que Cersei Lannister o Ángela Channing son perfectos ejemplos. Y si no que se lo digan a los cachorros de la ambiciosa y manipuladora reina de Juego de Tronos o al también dicharachero monarca de las camas heredero de la dueña del viñedo más famoso de la historia de la televisión.

Claro que no todas las madres son reinas o mujeres poderosas, hay de todo en el Club Cinematográfico de las Malas Madres. Hay actrices, como la Joan Crawford de Queridísima Mamá o la Debbie Reynolds -figuradamente- de Postales desde el filo, o las que regentan pequeños negocios como un motel que ofrece por un módico precio cama, ducha y un cuchillo clavado. Hay madres religiosas como la de Carrie, o madres que buscan en el triunfo de la hija el sentido de su propia vida, como la de Cisne negro.

Por haber, en la lista hay hasta madres de otros mundos o madres asesinas en serie. Y si nos cansamos de tanta mala madre, siempre podemos volver a echar un vistazo a madres mucho más en sintonía con lo que se espera de ellas. El caso es que, de una manera u otra, no nos olvidemos de quien seguro nunca se olvida de nosotros.