Cine

Locke

Interesante opción para seguir creyendo en un cine que no necesita de grandes presupuestos

Decía Jean-Luc Godard que para hacer cine solo se necesitaba una chica y una pistola. En algo le ha copiado al director franco suizo el británico y también director Steven Knight, pero ha cambiado el sexo al elemento humano y ha cambiado la pistola por un coche. Pero siguen siendo únicamente dos elementos los necesarios para realizar una película. Los dos que ha utilizado para traernos a las pantallas españolas Locke, protagonizada por Tom Hardy.

Locke nos cuenta en tiempo real una hora y media de la vida de Ivan, un hombre que toda su vida ha trabajado para tener lo que normalmente llamaríamos una buena situación. Pero mientras conduce su coche recibe una llamada que amenaza con destruir todo lo conseguido. Ese es el sencillo planteamiento inicial de la película. Lo demás es igual de sencillo, porque toda la acción se desarrolla sin que salgamos de los límites del vehículo. Todo ello, claro, si nos parece sencillo mantener el interés de un largometraje tan sólo con esos dos elementos. En realidad, no dejar de ser un planteamiento parecido al que hace unos años nos mostraba la claustrofóbica Buried del español Rodrigo Cortés, que tenía como único protagonista a un enterrado vivo Ryan Reynolds. Si en esa ocasión lo conseguía con creces, puede que en esta no sea tan difícil llegar a ese objetivo, teniendo en cuenta qe un coche y su recorrido es bastante más atractivo visualmente que las cuatro paredes de una caja de madera. Eso sí, en ambas películas, el móvil tiene un protagonismo esencial como soporte de otros protagonistas que nunca llegaremos a ver.

Cine minimalista pues, al menos en sus necesidades de ubicación y reparto, pero muy bien sostenido por un convincente Tom Hardy. Interesante opción para seguir creyendo en un cine que no necesita de grandes presupuestos para ser atractivo.