Leticia Dolera ama el color y cuenta su película a través de una paleta cromática propia de un pintor; el brillo y la alegría de los colores transmiten el optimismo vital del que esta prometedora directora novel quiere llenar tanto su película como nuestra vida mientras la vemos e incluso al terminar.
El color no es sólo el fondo de la imagen sino el cómplice del director para contar su historia y, de entre todos los colores, es el negro el que tiene un valor fundamental porque de él, de su pureza, profundidad e intensidad, depende la paleta de color que se despliega a lo ancho y largo de la película.
Dolera lamenta no poder asomarse a cada hogar para ajustar el brillo y el contraste del televisor pero eso, con LG OLED, es una historia vintage; la riqueza y densidad del negro puro gracias al que el resto de colores brilla y su capacidad de reproducir imágenes 1000 veces más rápida, más nítidas en movimiento, de estas soberbias televisiones te hará vivir las historias como sus creadores las soñaron.