Cine

Las (poco) odiosas ocho películas de Tarantino

Con sólo ocho largometrajes, Quentin Tarantino se ha convertido ya en una leyenda del cine.

John Ford dirigió 140 películas, Billy Wilder 60, Alfred Hitchcock más de medio centenar. Quentin Tarantino, uno de los directores con más renombre y mayor número de seguidores y defensores acérrimos de su trabajo , acaba de estrenar hace unos meses su octava película como director en solitario, dato que él mismo se encarga de entregar al espectador desde los mismos títulos de crédito, por si nos era difícil contar tanto títulos, digo yo... Así que, teniendo en cuenta que ha transcurrido casi un cuarto de siglo entre su primera película (completa), Reservoir Dogs y esta Los odiosos ocho, está claro que habrá quien le considere un genio, pero nadie podrá decir que es un director prolífico.

Claro que, como casi todo en el cine de Tarantino, hay más de lo que parece a primera vista, incluso (o por ello) si el director de Knoxville nos lo cuenta. De entrada, su primera película debería haber sido El Cumpleaños de mi Mejor Amigo, pero después de un incendio que destruyó el lugar donde se guardaba el metraje original, sólo se pudo recuperar lo suficiente para estrenarlo como corto, aunque básicamente después la historia se convirtiera en el guión de Amor a Quemarropa, película de Tony Scott (pero con todo el espíritu tarantiniano) donde Quentin ejercía de guionista. También se obvia en esa cifra de 8 películas las que ha dirigido junto con otros realizadores, como es el caso de Four Rooms o Sin City, así como algún que otro episodio de Tv. Además de, claro está, de que no sólo es director, si no también guionista y un inquieto productor de producciones de los más variados estilos de cine.

Para terminar, la última "trampa" de esa cuenta de ocho es considerar a las dos partes de Kill Bill como una sola película, aunque fueran estrenadas en diferentes fechas. Pero en realidad, lo de menos es cual sea el número de películas que haya dirigido Quentin Tarantino. Lo importante es que lo siga haciendo, y que sus repetidas declaraciones en relación a que se retirará de la dirección con la décima película sea la enésima trampa de guión que nos presenta.